miércoles, 25 de noviembre de 2009

Jesús, el Rey de la Verdad

Quisiera seguir invitando a la lectura del sermón del mismo título porque contiene reflexiones fundamentales para todo tiempo y en particular para estas fechas, en las que el mundo nos invita a celebrarlas de una manera que difiere mucho del propósito de la venida de nuestro Señor. Hay frases que son lapidarias y se verían muy bien escritas en letras doradas sobre un paño de terciopelo negro. Para ejemplo Spurgeon nos dice: 'La verdad venida en carne y sangre tiene poder sobre carne y sangre'. Esto nos lleva nuevamente al tema del poder del Evangelio, a no modificarlo, ni interpretarlo de tal manera que se adapte a nuestros gustos y a nuestros protervos corazones, sino a confiar en que el Evangelio tiene la fuerza para cambiarnos. He aquí las palabras del pastor Spurgeon:

"Además, la verdad no ejerce nunca tanto poder como cuando se encarna. La verdad hablada puede ser derrotada, pero la verdad actuada en la vida de un hombre es omnipotente, por medio del Espíritu de Dios. Ahora, Cristo no habló simplemente la verdad, sino que Él era la verdad. Si hubiera sido la verdad venida en una forma angélica, habría poseído muy poco poder sobre nuestros corazones y nuestras vidas; pero la verdad perfecta en una forma humana, tiene un regio poder sobre la humanidad regenerada. La verdad venida en carne y sangre tiene poder sobre carne y sangre. De aquí que nació para este propósito.

"Así que cuando oigan las campanas que tañen en la Navidad, piensen en el motivo por el que nació Cristo. No sueñen con que vino a aderezar sus mesas y a llenar sus copas. En su júbilo, miren por encima de todas las cosas terrígenas. Cuando oigan que en ciertas iglesias hay pomposas celebraciones y espectáculos eclesiásticos, no piensen que Jesús nació para este propósito. No; sino que miren dentro de sus corazones, y piensen que para esto nació: para ser Rey, para gobernar por medio de la verdad en las almas de un pueblo que es, por gracia, conducido a amar la verdad de Dios".

Tomado del sermón Jesús, el Rey de la verdad.

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