sábado, 31 de mayo de 2014

Un destierro inapropiado

Si pudiéramos desterrar de este mundo el dolor y la enfermedad, pudiera ser que le estuviéramos robando a la justicia dos de sus más impresionantes evangelistas.
C. H. Spurgeon – sermón #1101 – vol. 19

miércoles, 28 de mayo de 2014

Lo que Moisés eligió

2.   Lo que Moisés escogió

a) Él escogió el sufrimiento y la aflicción. Él optó por su propio pueblo, un pueblo que era víctima de la esclavitud y de la persecución, para el que no parecía haber ninguna posibilidad de liberación de la servidumbre egipcia y para quien la probabilidad de obtener una patria parecía más allá de toda posibilidad.

Nosotros rehuimos naturalmente el dolor y evitamos el sufrimiento si podemos. ¡Pero he aquí un varón que, aunque semejante a nosotros, elige en realidad la aflicción!

b) Él eligió la compañía de un pueblo despreciado. Abandonó la sociedad de los grandes y de los sabios, y se identificó con esclavos y obreros. Vio a un pueblo despreciado y escogió su compañía antes que la de la gente más noble de la tierra.

c) Él escogió el vituperio y el escarnio. Piensen en el ridículo que Moisés tuvo que soportar al retirarse de la corte de Faraón para unirse a los israelitas. Hay pocas cosas que nos parecen tan difíciles de soportar como el ridículo y el escarnio. Sin embargo, he aquí un varón que no rehuyó esa prueba.

Y guarden en mente que Moisés no era una persona débil o sin educación, ni que estaba obligado a hacer esa elección. Lo que él hizo lo hizo libre y voluntariamente. ¡Ciertamente esto hace que sus elecciones sean tan notables como sus rechazos!
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad  





jueves, 15 de mayo de 2014

El gozo del pecado perdonado

Tal vez el gozo del pecado perdonado nunca se destaca más brillantemente que en el lecho de un moribundo. Con frecuencia he tenido el privilegio de comprobar el poder de la religión cuando he estado junto al lecho de personas moribundas. Hay una joven mujer que está ahora en el cielo y que una vez fue miembro de esta nuestra iglesia. Yo fui a verla con uno de mis amados diáconos cuando su partida estaba muy cercana. Sufría la última etapa de la tisis. Se miraba hermosa y dulcemente bella, y creo que nunca oí tales sílabas como las que caían de los labios de esa muchacha. Había tenido decepciones, y pruebas, y problemas, pero de todo ello no tenía que decir ni una sola palabra, excepto que bendecía a Dios por ello; la habían llevado más cerca del Salvador. Y cuando le preguntamos si no tenía miedo de morir, “No” –respondió- “lo único que temo es esto: tengo miedo de vivir, no sea que mi paciencia se agote. Todavía no he dicho ni una palabra de impaciencia, señor, y espero no hacerlo. Es triste estar tan débil, pero pienso que si me tocara decidir preferiría estar aquí que gozando de salud, pues es algo muy precioso para mí; yo sé que mi Redentor vive, y estoy esperando el momento cuando Él envíe su carro de fuego para llevarme con Él”. Yo le hice la pregunta: “¿Tienes alguna duda?” “No, ninguna, señor, ¿por qué habría de tenerla? Yo sujeto mis brazos alrededor del cuello de Cristo”. “Y ¿no tienes ningún miedo por tus pecados?” “No, señor, todos han sido perdonados; yo confío en la sangre preciosa del Salvador”. “¿Y crees que seguirás siendo tan valiente como ahora cuando llegue efectivamente el momento de tu muerte?” “No señor, si Él me dejara, pero Él nunca me dejará, pues ha dicho: ‘No te desampararé, ni te dejaré’”. Ahí tienen a la fe, queridos hermanos y hermanas; que todos la tengamos y recibamos el perdón de los pecados según las riquezas de Su gracia.  
C. H. Spurgeon - El Tesoro de la Gracia , Sermón #295 



domingo, 4 de mayo de 2014

Todo por Gracia



“Todo por Gracia” es un pequeño libro con un gran propósito. No busca otra cosa que la salvación del lector. El lenguaje es sencillo y hasta casero, como el de John Bunyan; y en su contenido, así como en su forma, es exactamente el tipo de libro que el autor de ‘El Progreso del Peregrino’ habría escrito, si hubiese vivido en la Inglaterra de nuestros días. 
Christian Leader

Recomiéndenlo cuanto puedan.