martes, 31 de julio de 2012

Aspectos de la Santidad

La santificación es algo que no evita la presencia de mucha lucha espiritual. Por lucha espiritual quiero decir que ‘el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí (Gálatas 5: 17). Un sentido de lucha espiritual y de desasosiego mental no constituyen ninguna prueba de que una persona no está siendo santificada; es más bien lo contrario: demuestran que una persona está viva espiritualmente. ¡Un creyente puede tener una conciencia tranquila mientras una guerra se libra en su interior! Yo creo que lo que digo está confirmado por las palabras de Pablo en Romanos, en el capítulo séptimo. Estoy convencido de que Pablo no describe allí la experiencia de una persona inconversa, o de un joven cristiano, sino de un santo establecido y maduro, en estrecha comunión con Dios. Podemos esperar la ausencia de esta lucha en el cielo, pero nunca disfrutaremos de una paz en esta vida. Aun después de la regeneración nuestras almas están todavía infectadas por los remanentes del pecado.  
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad 

lunes, 30 de julio de 2012


Un hijo de Dios no atraviesa por ninguna tribulación jamás sin que reciba una provisión especial para él durante el tiempo de su necesidad.
C. H. Spurgeon – Sermón #3379 – Vol. 59

Aspectos de la Santidad


La santificación es algo que depende del uso diligente de los medios de la Escritura, que son llamados algunas veces ‘los medios de la gracia’. Cuando hablo de medios, tengo en mente la lectura de la Biblia, tiempos públicos y privados de oración, la adoración pública, asistencia a la enseñanza de la Biblia, y la recepción regular de la cena del Señor. No puedo encontrar ningún registro de ningún santo eminente que haya descuidado alguna vez estas cosas. Así como yo no esperaría que prosperara un granjero que se contentara con sembrar los campos y los descuidara hasta el tiempo de la cosecha, tampoco esperaría que un creyente alcanzara la santidad si no les prestara la debida atención a esos medios. 
J. C. Riley - Aspectos de la Santidad   





lunes, 23 de julio de 2012


Cristiano, debes saber  que tú no estás actuando como deberías hacerlo cuando eres impulsado por cualquier otro motivo que no sea la gloria de tu Señor.
C. H. Spurgeon – volumen 10, sermón # 572.

jueves, 19 de julio de 2012

Diario de Spurgeon


28 de Mayo – 1850

Tú me has cercado por todos lados, y no puedo salir; este es mi consuelo. ¿Qué nombre puedo idear para Ti, oh Amado, que corresponda a Tu merecimiento? Todas las bellezas reunidas en una perfección: “Todo tú eres hermoso, Amigo mío, y en ti no hay mancha”. Tú moriste por mí, y ¿no habré yo de vivir para Ti? ¡Cuán grande amor es el amor de Jesús por mí, que sobrepasa todo conocimiento! Yo no puedo hacer nada a cambio, sino entregarte mi indigno ser. ¡Cómo!, ¿me atreveré a dudar de Tu amor? ¿Acaso puedo concebir que me dejarás? Sí, podría pecar por desconfiar de Ti, pero Tú nunca me dejarás. Ningún ladrón puede robarse Tu preciosa compra; nunca, nunca, podría estar perdido. Redimido y comprado; entonces, ¿cómo podría ser arrebatado por alguien? ¡Qué campo de batalla es mi alma entre las corrupciones de la naturaleza y el principio de gracia! Ellas remueven la tierra de mi alma con las pisadas de sus ejércitos, pero yo no puedo ser destruido.