martes, 29 de diciembre de 2009

El salón ‘Surrey Gardens Memorial Hall’, una especie de capilla que contaba con 1,000 asientos, había de ser un memorial del ministerio del pastor Spurgeon en el afamado salón ‘Surrey Gardens Music Hall’, y también tenía el propósito de apoyar a la escuela dominical de Carter Street. El pastor se sintió muy frustrado al no poder predicar en su inauguración.

Cartas desde el sufrimiento - No.44

Westwood, Beulah Hill, Upper Norwood
23 de Mayo de 1891

Queridos amigos:

Mi doctor no me permite abandonar mi aposento bajo ninguna excusa de ningún tipo. Piensa que estoy mejor, pero dice que no debo salir en los próximos días.

No pretendo aplazar las colectas para el Memorial de Surrey, porque el amor de ustedes es justo tan generoso en mi ausencia como lo es en mi presencia. Necesito unas 270 libras esterlinas ahora para completar las 3,000 libras que han costado el terreno y los edificios. Ustedes no permitirán que experimente problema alguno acerca de eso.

Quisiera estar con ustedes para comentarles más al respecto, pero el doctor dice que no debo hacer nada parecido a eso, y él es un hombre de una voluntad peculiarmente firme. Me revisó y me auscultó y me encerró toda la semana, y tenía razón. Yo habría podido estar entre los que han partido si el doctor no me hubiera visto a tiempo; habiéndome encontrado postrado con un resfriado me ha cuidado estos días. Me ha visitado tres veces al día mientras he estado enfermo, y estoy agradecido por su atención.

Si la cantidad necesaria es provista mientras me encuentro enfermo, regresaré con un rostro doblemente sonriente. Pienso que la meta podrá ser cumplida si unos cuantos resuelven que así será; de hecho, se cumpliría si todos ustedes decidieran que así será.

Esperando estar pronto de regreso y recuperado, estoy muy agradecido por estar vivo todavía.

Soy de ustedes su amoroso pastor

C. H. Spurgeon

sábado, 26 de diciembre de 2009

Diario de Spurgeon

25 de Abril – 1850

Fui a Burwell. Presencié los exámenes de los niños. La educación es en verdad un talento dado por el Señor. ¡Qué peso de responsabilidad hay depositado en mí! Confío en que un día voy a emplearlo más en Su honor. Recibí carta de mi padre; en verdad, es más bien áspero conmigo. Puesto que seguí mi conciencia y no traspasé los límites del Señor en cuanto a Su Iglesia, debí haber esperado esto. Mi obligación es seguir a mi Salvador, y no escoger para mí mismo caminos allanados. Si en alguna medida he caminado dignamente, deseo dar toda la gloria al grandioso Autor de mi salvación. Me siento tan audaz ahora que si el diablo me reprochara, podría responderle. ¡Señor, que no me haya echado atrás y que ningún enemigo haya hecho que me acobarde por el terror es atribuible enteramente a Ti! ¡He de proseguir con el cielo mismo ante mi vista, confiando enteramente mi salvación en las manos de mi Jesús, mi vida, mi todo en todo!

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Trasfondo del último año completo

Trasfondo del último año completo de la vida del pastor Spurgeon

Spurgeon estaba de regreso en el púlpito del Tabernáculo el día 8 de Febrero. El señor Stott, quien es mencionado en las últimas tres cartas, había sido nombrado como ministro asistente en el año de 1891. Spurgeon le había escrito diciendo: “Sería un gran alivio para mí si supiera que alguien estaría disponible al instante para subir al púlpito si yo faltara inesperadamente”.

La Conferencia del Colegio tuvo lugar del 20 al 24 de Abril, durante la cual Spurgeon hizo el bien conocido llamado a la antigua fe: “La Mayor Lucha del Mundo”. El pastor escribió: ‘La semana de la conferencia fue de un deleite agotador… por supuesto que hubo una reacción para quien estaba al centro de todo esto; y por primera vez en un ministerio de cuarenta años, subimos al púlpito la noche del domingo (17 de Mayo), y nos vimos obligados a apresurarnos a bajar de él; pues una condición nerviosa, depresiva, se apoderó de nosotros. Felizmente el señor Stott pudo retomar la historia en el lugar y al instante mismo y entonces… cuán grandiosa es la previsión del Señor al enviar a tal ayudante’.

La semana previa a ésta fue muy agotadora, con muchos compromisos adicionales de predicación con motivo de reuniones especiales tanto en el Tabernáculo como en otros lugares, en adición a los sermones regulares, a la publicación de escritos y reuniones. Después de esto se enfermó con lo que se pensaba que era influenza.

A lo largo de todo ese año, Spurgeon continuó la lucha contra el declive de la fe. Combatiendo a quienes afirmaban que había sobrerreaccionado, escribió en La espada y la cuchara de Junio de 1891:

“La idea de que la teología errada está abandonando las denominaciones es una ficción… Los ministros han citado, con una muy ligera censura, algunos libros que están arruinando a las almas de los hombres, y la culpa yace a su puerta. 'Que no haya crecimiento en las iglesias es, tal vez, uno de los más ínfimos de muchos males'; pero si los corazones de los cristianos estuvieran en un estado de rectitud, eso sería visto como una calamidad y se pedirían días de humillación y de oración. En vez de esto, el progreso hacia la infidelidad prosigue rápidamente, y tanto los ministros como los laicos están contentos que así sea’.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Cartas desde el sufrimiento - No.43

Menton
Jueves 29 de Enero de 1891

Queridos amigos:

Espero que esta sea la última carta que envío a casa esta vez, y que el 8 de Febrero he de estar en medio de ustedes en persona. No puedo estar seguro de nada, pues el martes sufrí súbitamente un ataque de mi terrible enemigo, y no lo he superado todavía, aunque estoy haciendo desesperados esfuerzos para sacudirme del enemigo. Tengo la firme confianza de que regresaré en el día señalado, y que estaré con ustedes conforme a lo esperado; sin embargo, quisiera que pidan esto por mí al Señor, pues no estoy bien justo ahora.

Voy a predicar esta mañana con motivo de la apertura de la Capilla Presbiteriana; y aunque estoy físicamente incapacitado, creo que recibiré ayuda. Cuando haya cumplido con mi trabajo, terminaré esta nota, y les comentaré cómo me he sentido.

He podido dar testimonio a una gran asamblea de ‘la redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia’. Se me hizo muy difícil esta de pie, pero fue un deleitable oficio hablar, aunque mi voz no respondía por causa de mi debilidad.

No puedo estar callado por más tiempo. En este lugar he recibido muchas cartas de personas que han encontrado a Cristo por medio de mi ministerio en días pasados y, por tanto, debo regresar al trabajo de mi vida.

Ya me estoy recuperando y espero haber ahuyentado al león que saltó sobre la grupa de mi cabalgadura. Ustedes han de entender mi símil.

¡Que el señor Stott logre una enorme captura con su ancha red en ambas ocasiones el día domingo! Mi amor es para todos ustedes, y me alegra que el clima ártico ceda el lugar a una estación más benigna en cuanto a la temperatura. ¡Espero que se convierta en zona tórrida en cuanto a la calidez de la misericordia!

Suyo en Cristo por siempre

C. H. Spurgeon

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Diario de Spurgeon

24 de Abril – 1850

Recibí carta del señor Cantlow. El bautismo será un día jueves. ¡Que Dios me ayude a vivir dignamente delante de Él, y que mi abierta confesión de Él me haga más diligente! También recibí carta del señor Leeding, mejor de lo que pensaba. Ciertamente, oh Señor, mi porción es en lugares agradables, y poseo una herencia piadosa. He de hacer lo que me parezca adecuado en cuanto al bautismo. Nunca pierdo nada por el celo por la verdad, y por caminar cercanamente a mi Salvador. Más bien, lo gano todo. Señor, Tú eres mi vida; ¡guíame, y asígname mi porción en esta tierra conforme a Tu propia sabiduría y amor!

Nota: el señor Cantlow, mencionado en esta carta, había sido misionero en Jamaica. En la época de esta carta se había establecido como pastor de la Iglesia Bautista de Isleham, un lugar ubicado a unas siete millas (once kilómetros aproximadamente) de Cambridge.
El bautismo se llevó a cabo un día viernes. Es de notar que nadie de la familia de Spurgeon se había bautizado por inmersión, por lo que Charles fue el primero en hacerlo. La convicción de hacerlo le vino después de reflexionar y estudiar detenidamente los catecismos anglicanos. Obviamente, Spurgeon experimentó cierta oposición de parte de miembros de su familia y de algunos allegados.

Quien tenga mayor interés en este asunto puede recurrir a la biografía de Spurgeon, a la etapa que vivió en Maidstone, en un colegio perteneciente a la Iglesia de Inglaterra.

El señor Leeding (Edwin Sennit Leeding) fue un maestro y formador de Spurgeon en dos etapas de su vida: cuando era un adolescente en Colchester, y posteriormente en Cambridge. A la muerte del señor Leeding, el pastor Spurgeon rindió un sentido homenaje a su maestro diciendo: “Fue un maestro que realmente enseñó a sus alumnos, y gracias a su diligente habilidad yo adquirí el cimiento sobre el cual construí en años posteriores”.


viernes, 11 de diciembre de 2009

"La intercesión es un instinto de un corazón regenerado. Cuando el creyente descubre que es salvo, tiene la necesidad de orar por sus semejantes".

Charles Haddon Spurgeon, volumen 59, sermón no.3377

jueves, 10 de diciembre de 2009

Contra la justicia propia

Los ataques del pastor Spurgeon contra la justica propia eran incansables y perennes. Es asombrosa la capacidad de supervivencia que tiene ese mal. El sábado pasado fui a Cuernavaca para platicar sobre el Evangelio con algunas personas. Estuve hablando sobre la condición perdida del hombre, y me ayudaba para ello de los conocidos textos de Romanos 3, tales como "No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios, etc." Enfaticé mucho esa parte del Evangelio para luego concluir en la necesidad que tenemos de que Dios nos dé el arrepentimiento y la fe. A nuestro regreso a la Ciudad de México, una de las personas que participó en la reunión tuvo la gentileza de acompañarme, aunque él vive en Cuernavaca. En el camino me dijo: "yo estoy convencido de que el hombre tiene libre albedrío". ¡Oh, frustración! Mi respuesta fue: "el hombre tiene libre albedrío para todo mal dentro de la esfera del mal, mas no para lo bueno". "No hay quien haga lo bueno", dice Pablo en Romanos 3: 12

He aquí unas palabras del pastor Spurgeon, contenidas en el excelente sermón que estoy traduciendo:

"Tu esperanza no ha de estar aquí, en lo que tus manos puedan hacer, sino allá, en aquella cruz, en lo que Él hizo, y allá, en aquel trono, en Aquel que resucitó para tu justificación.

La cosa más difícil del mundo pareciera ser lograr que la gente se apegue a esta verdad, pues he notado que mucho de la doctrina del pensamiento moderno no es nada sino la justicia propia disfrazada de nuevo. Les está pidiendo a los hombres que todavía crean en ellos mismos, que confíen en su carácter moral, que confíen en sus aspiraciones morales, o en esto o en aquello.

Estoy aquí esta noche para decirles que la base de su esperanza no es ni siquiera su propia fe, ni mucho menos sus propias buenas obras; sino que la base de su esperanza es lo que Cristo hizo de una vez por todas, pues “vosotros estáis completos en él”, y nunca podrían estar completos de ninguna otra manera."


Este sermón fue predicado al final de su vida, y fue leído nuevamente un 18 de Diciembre del año de 1892 porque fue considerado muy apropiado para esta época del año.

Sermón no.2287, Si no hay Resurrección

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cartas desde el sufrimiento - No.42

Menton
22 de Enero de 1891

Queridos amigos:

Confío que para estas fechas el clima ya haya cambiado para ustedes, puesto que hemos experimentado una decidida mejoría aquí. Continúen recordando a los pobres. Ha sido una dura prueba para nuestro país tener casi dos meses de heladas. Bien dijo el Salmista: ‘Ante su frío, ¿quién resistirá? Inclusive aquí las plantas y los árboles más delicados se miran como si hubiesen sido restregados con un hierro candente, y otros están bastante quemados por el frío extremo. No sé de qué otra manera describirlo.

Me alegra estar muy cerca de regresar a ustedes, pues me siento listo e incluso ávido de involucrarme una vez más en la feliz tarea de proclamar el Evangelio a la multitud. El sermón impreso de esta semana habrá de garantizarles que me sigo apegando a la vieja norma; estoy más obligado a hacerlo cuando noto los nuevos desarrollos del error, de los cuales me veo en la necesidad de decir que parecen, desde diferentes ángulos, tan horribles como ridículos. No podría decirse qué oiremos a continuación: pero Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Rueguen al Señor de la mies que envíe obreros a Su mies, y que detenga a los que siembran la cizaña en medio del trigo. Pido su ayuda desinteresada en la obra del Colegio. Justo ahora, las corrientes de suministro para el Colegio están congeladas, pero como se trata de la obra del Señor, yo sé que no podrá fallar. Sin embargo, tenemos que preocuparnos por eso.

Confío en que el señor Stott será ungido en medio de nosotros para ser de gran utilidad en dar seguimiento a algunas cosas que, por falta de fortaleza, me he visto obligado a posponer. Hagan una oración por él, y por mí también, para que goce de libertad para hablar en medio de ustedes, y que reciba guía en la obra del Señor.

¡La paz sea con ustedes y con sus hogares! ¡Que el sol brille y que soplen vientos cálidos, y que en nuestro país se oiga la voz de la tórtola!

Suyo en intensa unión de corazón

C. H. Spurgeon

martes, 8 de diciembre de 2009

¿Qué tiempo del verbo te describe a ti?

Hay dos religiones que gobiernan a nuestro alrededor en este tiempo, y principalmente difieren en cuanto al tiempo de los verbos. La religión general de la humanidad es "hay que hacer," pero la religión del verdadero cristiano es "ya está hecho." "Consumado es" es la palabra conquistadora del creyente. Cristo llevó a cabo la expiación, y nosotros la aceptamos como concluida. Así que en ese sentido ponemos nuestros pecados sobre Jesús, el santo Cordero de Dios, porque ponemos nuestro humilde sello sobre esa grandiosa transacción que fue la confirmación del pacto antiguo.

C. H. Spurgeon, sermón no.1771

Una importante petición para los domingos

Esta mañana deseo predicar de tal manera que pudiera yo responder a la oración de aquel pequeñito que, un sábado por la tarde, antes de irse a la cama, pedía en oración: "Señor, concédeme que nuestro ministro diga mañana algo que yo pueda entender." Lamento mucho que sea necesaria jamás una oración así, pero me temo que no sólo es necesaria para los niños, sino que muchos adultos tienen también que orar así: "Señor, ayuda a nuestro ministro a decir algo que podamos entender, y que valga la pena que entendamos."

C. H. Spurgeon; sermón no.1771

lunes, 7 de diciembre de 2009

Diario de Spurgeon

23 de Abril – 1850

Mi oración es respondida en cierta medida; confío en que la obra ha sido revivida. No hay ningún merecimiento en mí; he de reconocer que todo es por misericordia. Siento que dependo del Señor para todo, para el crecimiento en la gracia y para una vida de gracia. Tengo mi suministro diario, y no recibo en un día la porción de dos días en cada ocasión. Es una misericordia sentir nuestra propia dependencia, y ser capaces de confiar en el Señor para todo. ¡Canta, oh alma mía, pues el Señor te ha redimido y estás segura!

martes, 1 de diciembre de 2009

Amados, hay muchos que dicen: "Cristo es mi Rey," pero no saben lo que dicen, pues no le obedecen. El siervo de Cristo, confía en Cristo, camina conforme a la mente de Cristo y ama la verdad que Jesús ha revelado: todos los demás son meros hipócritas.

Jesús, el Rey de la Verdad. C. H. Spurgeon