miércoles, 27 de enero de 2010

Cartas desde el sufrimiento No.46

Westwood, Beulah Hill, Upper Norwood
9 de Agosto de 1891

Queridos hermanos:

Sea alabado el nombre del Señor por dar primero y por oír después las amorosas oraciones de Su pueblo. Mi vida es prolongada por medio de estas oraciones. Me siento grandemente humillado y muy agradecido al ser el objeto de un amor tan grande y de un impulso tan maravilloso de oración.

No tengo fuerzas para decir nada más: sea glorificado el nombre del Señor.

Suyo de todo corazón

C. H. Spurgeon
Cuando la enfermedad de Spurgeon entró en una fase severa y experimentaba largos períodos de delirio, tanto el Tabernáculo como incontables cristianos comenzaron un tiempo prolongado de oración especial. Los doctores confirmaron el diagnóstico de la enfermedad de Bright (nefritis aguda o crónica). La señora Spurgeon escribió: “La Iglesia del Tabernáculo comenzó con un día entero de intercesión por el sufrimiento del pastor, y continuó reuniéndose por la mañana, al mediodía y en la noche, para suplicar por su recuperación. En cientos, y tal vez en miles de lugares de adoración de disconformes, se presentaron peticiones solidarias por el pastor”. Se recibieron cartas y telegramas en un número incalculable, entre los cuales había mensajes del Príncipe de Gales y de varios miembros de la nobleza y de la Iglesia Establecida (la Iglesia de Inglaterra). Para el 9 de Agosto, Spurgeon se había recuperado lo suficiente para escribir la carta fechada el 9 de Agosto de 1891, pero las reuniones de oración en el Tabernáculo Metropolitano se mantuvieron dos veces al día.

domingo, 24 de enero de 2010

Diario de Spurgeon

28 – Abril de 1850

El señor S. nos predicó, tanto en la mañana como en la noche, sobre Juan 1: 5. No pude concentrarme en el tema como para poder ver cuál era su línea de pensamiento. Por la tarde, ¡cómo me regocijé cuando llevé a un hombre a la capilla, y a un muchacho a la escuela dominical! ¡Es el Señor! Por este aliento, en Tu fuerza, me comprometo a vivir todavía más para Ti, a pelear más constantemente, y a trabajar más duro. ¡Sosténme Tú! Susténtame, pues yo no puedo hacer nada. El Señor ha estado conmigo hoy, aunque mi corazón no ha experimentado los embelesos anteriores. Seguiré hasta el fin a través de la sombra así como a través del brillo del sol. ¡Salvador, mora en mí; yo soy Tuyo, ayúdame a servirte, y a adorarte, por los siglos de los siglos!

viernes, 15 de enero de 2010

Diario de Spurgeon

27 – Abril de 1850

¡Miedo, aléjate! ¡Dudas, retrocedan! Voy a alzar mi estandarte en el nombre del Señor de los ejércitos. Vamos, ustedes, demonios del infierno, mi Capitán es más que un contendiente para ustedes; en Su nombre, armado con Sus armas y en Su fortaleza, me atrevo a desafiarlos a todos ustedes. ¡Cuán glorioso sería morir al lado de un Líder así! Mas yo soy gusano, y no hombre, una vanidad, nada; sin embargo Él ha puesto Su amor en mí, y ¿por qué habría yo de temblar o temer? Hice mi recorrido repartiendo folletos; ¡que la buena semilla prospere y eche raíces! Tengo que lamentar de nuevo que no vivo tan cerca de Dios como debería. Bendito sea el nombre del Señor por esa medida de gracia que me ha dado; puedo confiar en Él para lo demás.

viernes, 8 de enero de 2010

Quiera Dios que algunos de ustedes que están lamentándose por la carga de sus pecados y se encuentran abatidos por eso, miren al Hijo de Dios entregando Su vida y confíen en Él, pues ¡entonces sus pecados serían borrados en un instante!

C. H. Spurgeon, sermón 3362 y Vol. 59

miércoles, 6 de enero de 2010

Spurgeon efectivamente predicó el día 7 de Junio, tal como lo había esperado en esta carta, pero el día 12 su salud se quebrantó por completo. Ese sermón había de ser el último predicado en el Tabernáculo Metropolitano después de casi 38 años de fungir como pastor de esa iglesia.

Cartas desde el sufrimiento - No.45

Westwood, Beulah Hill, Upper Norwood
31 de Mayo de 1891

Queridos amigos:

La misteriosa enfermedad que me llevó a tan grandes peligros me ha dejado ahora muy débil. El doctor piensa que habría peligro si saliera para hablar el martes, y por eso tenemos que posponer la apertura del Memorial.

Espero que el próximo domingo pueda obtener permiso para dirigir por lo menos uno de los servicios. Estoy agradecido de que se me permita continuar trabajando con ustedes, aquí abajo, por un poco de más tiempo, y tan pronto pueda acumular un poco de fuerza voy a reunirme con buscadores y tratar de compensar el tiempo perdido. Por favor rueguen por mí. Tiene que haber una razón por la que fui conducido a pasar por ese pasaje angosto en el que tantos han caído. Nunca imaginé tal cosa cuando hablé con ustedes la última vez: sólo sabía que un dolor de cabeza continuo me estaba abatiendo. Ese dolor de cabeza no me ha abandonado por completo; pero el cerebro ya se está recuperando.

Quiero que me ayuden a completar lo que falta ahora para el Memorial. Pienso que 100 libras esterlinas nos permitiría completar lo que necesitamos: y yo estoy arrumbado para que se pueda hacer rodar esta piedra de ese hermoso edificio.

Que el Señor bendiga a los pastores que predican hoy; y que pueda yo vivir para verlos a todos con un lleno completo el próximo domingo.

Suyo de corazón

C. H. Spurgeon

sábado, 2 de enero de 2010

Diario de Spurgeon

26 – Abril de 1850

¡Cómo teme mi padre que yo confíe que el bautismo estimulará mi alma! ¡Dios mío, Tú sabes que yo odio un pensamiento así! No, yo sé que si yo pudiera ser, a partir de este día, tan santo como Dios mismo, no podría expiar mi pecado pasado. He tenido un día muy bueno. ‘Miedo’, ‘Desconfianza’ y ‘Timorato’ son mantenidos a una espada de distancia. ¡Que pueda yo ser ‘Valiente por la Verdad’ y vivir y morir en la gloriosa guerra de mi Señor!