Hoy se escucha por doquier la frase: 'Dios es amor'. Es bienvenida por todos y no provoca ninguna discordia ni ninguna disensión. Agrada al corazón malvado porque no tiene que arrepentirse, ya que "Dios es amor" y al final, no sé cómo, terminaré en el cielo.
Esto es lo que el pastor Spurgeon dijo al respecto:
"Una de las cosas más espantosas registradas por la historia, es el sitio de Jerusalén. No dudo de que ustedes ya lo han leído, ya sea en Josefo o en cualquier otra parte. Simplemente al pensar en eso se hiela la sangre. Sin embargo, todo fue predicho por los profetas y sus profecías se cumplieron hasta su amargo fin. Ustedes hablan acerca de Dios como "amor," y si quieren decir con eso que Él no es severo con el castigo del pecado, yo les pregunto qué entienden ustedes en lo referente a la destrucción de Jerusalén. Recuerden que los judíos constituían Su nación elegida, y que la ciudad de Jerusalén era el lugar en el que Su templo había sido glorificado con Su presencia. Hermanos, si ustedes vagan desde Edom hasta Sion, y desde Sion hasta Sidón, y de Sidón a Moab, encontrarán en medio de ciudades arruinadas las evidencias que comprueban que las palabras de Dios sobre juicios son ciertas. Entonces pueden estar completamente seguros de que cuando Jesús dice: "E irán éstos al castigo eterno," así será. Cuando dice: "Porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis," así será. El Señor nunca juega a atemorizar a los hombres. Su Palabra no es una exageración para asustar a los hombres con espectros imaginarios. Hay una verdad enfática en lo que el Señor dice. Él siempre ha cumplido Sus amenazas al pie de la letra, y en el instante preciso; y pueden estar seguros de que continuará haciéndolo: "Porque la boca de Jehová lo ha dicho."
Sermón #2013 - La infalibilidad de la Escritura.
viernes, 23 de abril de 2010
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