domingo, 12 de julio de 2009

Félix Manz - Un meteoro en la noche

El 5 de Enero de 1527, Félix Manz fue condenado a muerte, porque “en contra del orden y costumbre cristianos, se ha involucrado en el Anabaptismo… porque confesó haber dicho que quería reunir a las personas que aceptaran a Cristo y le siguieran, y unirse con ellas en el bautismo… de tal manera que Manz y sus seguidores se han separado de la Iglesia Cristiana y han estado a punto de formar y preparar una secta propia… porque condena la pena capital… debido a que tal doctrina es dañina y contraria al uso común de toda la cristiandad, y conduce a ofensa, insurrección y sedición contra el gobierno,… Manz será entregado al verdugo, quien le atará las manos, lo subirá a un bote, lo llevará hasta la última casa, (que estaba ubicada en una isla en medio del río) y allí colocará sus manos atadas a la altura de los tobillos, después de pasar sus brazos sobre sus rodillas, y colocará una vara entre sus rodillas y sus brazos, y así será empujado al agua, y se le dejará perecer en el agua; por este medio habrá expiado a la ley y la justicia…su propiedad será confiscada también.”

Desde la muerte de Conrad Grebel, Manz se había convertido claramente en el líder más destacado entre los Hermanos Suizos. Su noble vida, elocuencia, educación y entusiasmo, le habían vuelto extremadamente popular con las masas. En ese mismo grado, era un sedicioso peligroso en lo que concernía a Zuinglio. Por tanto, Manz debía ser eliminado.

Manz, de acuerdo a la sentencia, fue llevado maniatado desde la prisión de Wellenberg hasta el bote, después de atravesar el mercado de mariscos. A lo largo de todo el recorrido dio testimonio a los que participaban en la funesta procesión y a las personas que se agolpaban en las riberas del río Limmat, alabando a Dios porque aun siendo un pecador, iba a morir por la verdad. Además, declaraba que el bautismo de los creyentes era el verdadero bautismo de acuerdo a la Palabra de Dios y las enseñanzas de Cristo.

Después de que la sentencia fue pronunciada, fue colocado en un bote. Mientras le ataban sus manos y pies, Manz cantaba a gran voz: “In manos tuas, Domine, comendo spiritum meum” (Señor, en tus manos encomiendo mi espíritu). Unos instantes más tarde el cuerpo se hundió en las frías aguas del río. La ejecución tuvo lugar el sábado 5 de Enero de 1527, a las tres de la tarde.

Félix Manz (1498 – 1527)

Fue uno de los fundadores del Anabaptismo Suizo. Dominaba el latín, griego, y el hebreo, y era un asiduo concurrente de los estudios bíblicos que impartía Zuinglio cerca del año 1520. Durante dos años pasó su tiempo evangelizando o en prisión. Su condena de muerte por ahogamiento en un río, fue una letal representación del bautismo que defendía.


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