Westwood, Beulah Hill, Upper Norwood
Noviembre de 1888
Queridos amigos:
Mientras mi enemigo sólo castigaba mi pie, yo podía hollarlo, pero cuando al gran dolor se agregó un sentido general de malestar, y ya no pude más pisar en tierra, me vi obligado a rendirme. Pienso que en este año he sido altamente favorecido por haber tenido tan pocas interrupciones. Confío que el Señor haya hecho fructífero mi ministerio entre ustedes. Podría no haberlo sido, si, de vez en cuando, Él no me hubiere enseñado, aparte, algunas lecciones personales.
Yo espero, con la bendición de Dios, estar recuperado para el próximo domingo, y posiblemente incluso para el jueves; pero al presente no puedo ponerme de pie.
Lo siento mucho pues sólo contaba con tres domingos antes de mi partida y me habría gustado que fueran especialmente buenos. Ruego a Dios que sean mejores, por medio del ministerio de otros, de lo que hubieran sido a través de mi ministerio. Envío mi afecto a todos y cada uno de ustedes; y así como solicito sus oraciones, yo también oro afectuosamente. Es Señor esté con ustedes.
Suyo de corazón
C. H. Spurgeon
domingo, 26 de julio de 2009
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