Una de las ocurrencias más inusuales concernientes a los sermones de Spurgeon, tuvo lugar en Inglaterra. La moribunda esposa de un publicano dueño de una cantina, dio el siguiente testimonio a uno de los evangelistas de Spurgeon. Cuenta el evangelista: "se me pidió que fuera a una cantina a ver a la esposa del dueño del lugar, que estaba a punto de morir. La encontré regocijándose en Cristo como su Salvador. Le pregunté cómo había encontrado al Señor. 'Leyendo eso', respondió, entregándome un trozo de periódico roto. Lo miré y me di cuenta que era parte de un periódico de los Estados Unidos que contenía un extracto de uno de los sermones de Spurgeon, que había sido el instrumento de su conversión. ¿Dónde conseguiste este periódico?, pregunté. 'Venía como envoltura de un paquete que me enviaron desde Australia', respondió.
¡Hablemos de la vida escondida de la buena semilla! Piensen en esto: un sermón fue predicado en Londres, luego fue enviado a los Estados Unidos y fue impreso en un periódico allí, ese periódico fue enviado a Australia, parte de ese periódico se rompió (como diríamos, accidentalmente) por causa del paquete enviado a Inglaterra, y después de todas esas vicisitudes, llevó el mensaje de salvación al alma de una mujer inglesa.
La Palabra de Dios no regresará a Él vacía.
Tomado del Libro Spurgeon, Prince of Preachers. De Lewis Drummond.
jueves, 2 de agosto de 2007
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1 comentario:
Sorprendente realmente!!! La palabra te llegará a uno, justo en el momento preciso y con las palabras idóneas y el lugar correcto. Así trabaja JAH.
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