En un cierto sentido, cada cristiano podría decir eso, pues prescindiendo de la longitud de tiempo que pudiera interponerse entre nosotros y la muerte, ¡cuán extremadamente breve es! ¿Acaso no tienen todos ustedes un sentido de que el tiempo fluye más rápido de lo que lo hacía antes? En nuestros días infantiles pensábamos que un año era un largo lapso; era toda una época en nuestra carrera; ahora, ¡cuán difícil es contar las semanas! Pareciera que vamos viajando en un tren expreso, que vamos volando a una velocidad tal que difícilmente podemos contar los meses. Vamos, nos pareció que el año pasado entró por una puerta y salió por la otra; ¡finalizó tan pronto…!
C. H. Spurgeon - Una Última Advertencia
jueves, 20 de octubre de 2011
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