Muchas veces la detección del crimen moderno se basa en los hallazgos de los expertos en caligrafía. Hay cartas anónimas que no permanecen anónimas por mucho tiempo, y los escritos usados para los chantajes, a menudo conducen a la policía a dar con el chantajista.
Durante mucho tiempo, la caligrafía ha sido considerada una clave para conocer el carácter. Se dice que los caracteres extravagantes escriben con mayúsculas embellecidas. Se dice que la persona con un complejo de inferioridad, usa letras iniciales muy sencillas, claras y con frecuencia pequeñas. El estudio de la caligrafía ha tenido siempre una fascinación particular para cierta gente que ha sido capaz de “leer entre líneas” y percibir modestia, altivez, fortaleza o debilidad.
En el año de 1924 un experto en caligrafía dedicó mucho tiempo y esfuerzos, para analizar la caligrafía de Spurgeon. Quienes han visto copias de las cartas o de las notas de los sermones de Spurgeon, estarán familiarizados con la característica caligrafía y la firma de Charles Haddon Spurgeon.
Por ejemplo, se considera que un estudio de la caligrafía de Spurgeon habría llevado a algunas personas que etiquetaban a Spurgeon como “ignorante e indocto”, a repensar su percepción. Los expertos creen que la caligrafía de Spurgeon era la de una persona verdaderamente educada. Sabemos que la educación de Spurgeon fue en gran medida autodidacta, puesto que con frecuencia superaba a sus maestros. A una temprana edad podía leer latín, griego y hebreo y conocía a fondo a los “clásicos” tanto religiosos como seculares. En una ocasión corrigió a su maestro de matemáticas, que daba la casualidad que era su tío.
La caligrafía de Spurgeon es inconfundible, dice el experto. Hay una mezcla de firmeza y libertad. Es fácilmente reconocible por cualquiera que la hubiere visto. Las ‘n’ colocadas al final de las palabras y las ‘c’ colocadas al principio, son inconfundibles. Muchos amantes de libros usados compraron libros que no mostraban la firma de Spurgeon, pero que tenían anotaciones marginales escritas por él. Su caligrafía ha sido descrita como la de “un líder inexorable”. No es de sorprender que fuera llamado “Gobernador”.
Su caligrafía era inalterable. Tuvo una consistencia durante toda su vida ministerial, especialmente después de que hubo seleccionado su firma definitiva, cambiándola de escribir su nombre completo, -con la que era muy complicada firmar los cheques-, a escribir una gran ‘C’ con la ‘H’ insertada en su interior. Fuera de eso, su caligrafía permaneció siendo la misma, como lo era la inmutable verdad de Dios que declaraba, tanto por medio de su lengua como por medio de la pluma. Sus notas escritas en el libro de Actas de 1853 en la Capilla Bautista de Waterbeach, son casi idénticas a sus últimas cartas pastorales destinadas al Tabernáculo Metropolitano en 1892.
La última valoración del experto en caligrafía fue que la caligrafía de Spurgeon era inimitable, esto es que desafiaba la imitación. El propio señor Spurgeon sabía esto, pues dijo en un sermón: “alguien podría imitar mi caligrafía durante un buen tiempo, pero al final no copia un rasgo o un trazo o una marca que sean características de mi estilo, y quienes saben, dicen: “esa no es la letra del señor Spurgeon, eso es una falsificación”.
Y se sabe que, así como hubo predicadores que imitaban el estilo de predicar de Spurgeon, había gente que procuraba imitar su caligrafía. Como era de esperarse, la única caligrafía que parecía similar a la suya, de alguna manera, era la caligrafía de su hijo Thomas.
miércoles, 4 de junio de 2008
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