miércoles, 9 de noviembre de 2011

Ya les he hablado antes de los dos montañeses de Escocia que querían remar a través de un cierto brazo de mar en una ocasión. Habían estando tomando whisky en abundancia antes de subirse al bote, y comenzaron a remar, y siguieron remando, pero no podían avanzar. No podían entender cómo era que, a pesar de todo lo que remaban, se mantenían en la misma posición, hasta que uno de ellos dijo: “Sandy, ¿levaste el ancla?” No, no había levado el ancla, así que allí estaban con el ancla enterrada y tratando de alejarse sin conseguirlo.

Tienes que levar el ancla, joven amigo, ya sea de la bebida, o de la lascivia o del juego o del robo. Eres un insensato si pretendes remar cuando sabes que el ancla está hundida todavía en el lodo.

C. H. Spurgeon, sermón #2325 - Vol. 39

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Hermano Allan... le reitero mi gratitud por esta enorme trabajo de traducir los sermones del hermano Spurgeon. Me gustaría que en algún momento tradujese el siguiente sermón: 1159 - Counting the Cost. Desde ya muchas gracias y que nuestro querido Señor le guarde en todo a usted y a la iglesia donde se congregue. Un abrazo.

Martín Palormo - San Luis, Argentina