sábado, 10 de septiembre de 2011

Una evidencia segura de ser un hijo de Dios

Escuché una vez una encantadora historia sobre Robert Hall –el más poderoso de nuestros oradores bautistas- y tal vez uno de los más grandes y elocuentes ministros que haya vivido jamás. Él estaba sujeto a ataques de terrible depresión de ánimo; y, una noche, cuando se dirigía hacia un cierto lugar adonde iba a predicar, tuvo que detenerse por causa de una fuerte nevada. Había tal cantidad de nieve que se vio obligado a pasar la noche en la casa de la granja donde había tenido que detenerse. Pero tendría que predicar –decía- tenía listo su discurso y tendría que predicarlo. De tal forma que tuvieron que reunir a los sirvientes, y a la gente de la granja, y el señor Hall predicó el sermón que había preparado, un sermón demasiado maravilloso para ser predicado en la sala de la casa de una granja, y después que todas las personas se marcharon, se sentó junto a la chimenea con el buen hombre de la casa –un granjero sencillo- y el señor Hall le preguntó: “Ahora dígame, señor Fulano de Tal, ¿cuál piensa usted que sea la evidencia segura de que un hombre sea un hijo de Dios? A veces me temo que no soy un hijo.”

“¡Oh!”, –le respondió el granjero- “mi querido señor Hall, ¿cómo puede usted hablar así?”

“Bien, ¿cuál piensa usted que es la mejor evidencia de que un hombre es realmente un hijo de Dios?”

“¡Oh!”, -replicó el granjero- “estoy seguro de que si un hombre ama a Dios, aceptará todo de buen grado”.

“Entonces”, -dijo el granjero continuando con la historia- “deberían haberlo oído hablar. Dijo: ‘¿Amar a Dios, amigo? ¿Amar a Dios? Aunque yo estuviera condenado, todavía lo amaría. ¡Él es un Ser tan bendito, tan santo, tan veraz, tan clemente, tan amable, tan justo!’ Prosiguió durante una hora alabando a Dios, y las lágrimas rodaban por sus mejillas mientras seguía diciendo: ‘¡Amarlo! No podría evitar amarlo; tengo que amarlo. Sin importar lo que me haga, tengo que amarlo’”.
C. H. Spurgeon - Revelación y Conversión

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cómo puede permitir mezclar su actividad y el nombre de este siervo de Dios (me refiero a Spurgeon) con los blogs piratas "Santa lectura" y "Trono de gracia". ¿Es usted consciente de lo que se está haciendo en dichos blogs?. Por favor, debería pensar bien lo que hace.

Allan Román dijo...

Al publicar el material del sitio y del blog mi propósito es divulgar la sana doctrina en todo el mundo de habla española. El fin que le den a mis publicaciones, está fuera de mi control. Ante el Señor deberemos rendir cuentas. Si el material lo usan "blogs piratas", yo no puedo impedirlo. No me pidieron permiso. Entonces, ¿por qué me inculpa? Creo que ustede debería medir sus juicios atolondrados. Le envío un cordial saludo. Allan Román

Anónimo dijo...

comanHOLA PROFESOR ROMAN, TODOS MIS RESPETOS Y BENDICIONES, QUISIERA HACERLE UNA PREGUNTA ¿TUBO EL PASTOR SPURGEON ALGUNA RELACIÓN O CONOCIMIENTO DE JORGE FOX? Y SI ASI LO FUERA ¿CUAL ERA EL CONCEPTO QUE TENIA DE ÈL?. DESDE YA MUCHAS GRACIAS.

Anónimo dijo...

Señor Alan Roman muchísimas gracias por haber traducido el sermón "Revelación y convercion". Martín y Nair