Ustedes, que ya son miembros de la iglesia, no la han encontrado perfecta, y yo espero que casi se sientan contentos por no haberla encontrado así. Si yo no me uniera nunca a ninguna iglesia hasta no encontrar la iglesia perfecta, no me habría unido a ninguna en absoluto; y en el momento en que me uniera a ella -si encontrara alguna- la arruinaría, pues no sería una iglesia perfecta a partir del instante en que me hiciera miembro de ella. Aun así, imperfecta como es, es el lugar que más amamos en la tierra.
C. H. Spurgeon - sermón #2234.
domingo, 4 de septiembre de 2011
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