jueves, 17 de diciembre de 2009

Cartas desde el sufrimiento - No.43

Menton
Jueves 29 de Enero de 1891

Queridos amigos:

Espero que esta sea la última carta que envío a casa esta vez, y que el 8 de Febrero he de estar en medio de ustedes en persona. No puedo estar seguro de nada, pues el martes sufrí súbitamente un ataque de mi terrible enemigo, y no lo he superado todavía, aunque estoy haciendo desesperados esfuerzos para sacudirme del enemigo. Tengo la firme confianza de que regresaré en el día señalado, y que estaré con ustedes conforme a lo esperado; sin embargo, quisiera que pidan esto por mí al Señor, pues no estoy bien justo ahora.

Voy a predicar esta mañana con motivo de la apertura de la Capilla Presbiteriana; y aunque estoy físicamente incapacitado, creo que recibiré ayuda. Cuando haya cumplido con mi trabajo, terminaré esta nota, y les comentaré cómo me he sentido.

He podido dar testimonio a una gran asamblea de ‘la redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia’. Se me hizo muy difícil esta de pie, pero fue un deleitable oficio hablar, aunque mi voz no respondía por causa de mi debilidad.

No puedo estar callado por más tiempo. En este lugar he recibido muchas cartas de personas que han encontrado a Cristo por medio de mi ministerio en días pasados y, por tanto, debo regresar al trabajo de mi vida.

Ya me estoy recuperando y espero haber ahuyentado al león que saltó sobre la grupa de mi cabalgadura. Ustedes han de entender mi símil.

¡Que el señor Stott logre una enorme captura con su ancha red en ambas ocasiones el día domingo! Mi amor es para todos ustedes, y me alegra que el clima ártico ceda el lugar a una estación más benigna en cuanto a la temperatura. ¡Espero que se convierta en zona tórrida en cuanto a la calidez de la misericordia!

Suyo en Cristo por siempre

C. H. Spurgeon

No hay comentarios: