lunes, 7 de septiembre de 2009

Diario de Spurgeon

Diario

6 de Abril - 1850

He tenido un día bienaventurado de refrigerio procedente del Señor y de la gloria de Su rostro. Recorrí el distrito asignado a mi cargo, y conversé con varias personas. Confío que el Señor está obrando aquí. Estuve reflexionando seriamente acerca del bautismo. “Jehová es mi fortaleza y mi cántico, y ha sido mi salvación”.

7 de Abril – 1850

No me he sentido bien; el cuerpo abate al alma. Escuché la predicación del señor S. sobre Génesis 22: 8; no pude absorberla con mi corazón pues mi dolor de cabeza no me lo permitió. El arminianismo no va conmigo. Si tuviese que soportar por largo tiempo esta pesadez, difícilmente podría vivir. Por la noche, no pude asistir a escuchar el sermón, pero me sentí más contento por no hacerlo. Me deleité todo el tiempo con esta estrofa:

“Cuando me remonto a mundos desconocidos,
Y te veo en el trono de Tu juicio
¡Roca Eterna!, escondedero para mí,
He de ocultarme en Ti”.

No puedo imaginar cómo el señor S. pueda decir que cree que Esaú fue convertido, si el Señor dice: “A Esaú aborrecí”.

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