sábado, 26 de julio de 2008

El Arquitecto del Tabernáculo

Willmer Willmer Pocock, (1813-1899) fue el arquitecto del Tabernáculo Metropolitano de Spurgeon. La selección se llevó a cabo a través de un concurso entre varios arquitectos, que ofrecieron diversos diseños, y Pocock resultó vencedor. En algunas reminiscencias manuscritas, Pocock arroja una luz interesante sobre Spurgeon y el Tabernáculo.
Pocock quería estudiar en Cambridge, pero su padre insistió en que asistiera a King’s College, perteneciente a la Universidad de Londres. Se convirtió en uno de los primeros estudiantes en obtener una licenciatura en esa Universidad. Siendo todavía un joven presenció el incendio que afectó a la Abadía de Westminster. Conjuntamente con su padre diseñó varios edificios muy conocidos en Londres. Pocock se enteró por el señor Higgs, -que era el diácono encargado de la construcción del Tabernáculo de Spurgeon- que se solicitaba en concurso el diseño del edificio, y cuando se encontraba en su cama una mañana, tuvo una visión de lo que se requería, y simplemente se sentó a dibujar los bosquejos iniciales.
Poco tiempo después se reunió con el señor Spurgeon y con las personas de su comité de construcción. Les expresó que su comisión sería el 5% del desembolso para la obra, pero ellos le informaron que otros competidores habían ofrecido hacer el trabajo por una comisión del 2.5%. Pocock permaneció inconmovible en su honorario del 5%.
Spurgeon invitó a Pocock a comer y entretuvo al arquitecto con muchas anécdotas chispeantes. El gran predicador también le contó cómo siendo un muchacho no se atrevía a diferir de las opiniones de su padre, y cuando lo hizo fue censurado severamente. Pocock aceptó una reducción sustancial de su comisión por la obra.
El arquitecto insistió en nombrar como capataz de las obras de construcción a un buen viejo predicador metodista. Al descubrir esto, Spurgeon comentó: “no sé cómo es esto; yo siempre he estado predicando en contra de los arminianos, y ya tengo aquí a un arquitecto arminiano y pensé que con eso bastaba. Ahora he de tener adicionalmente a un arminiano como capataz de obras en mi construcción.” Pocock comentó que Spurgeon bromeaba diciendo que eso era “una censura a su calvinismo y un freno a su intolerancia calvinista”.
Mientras se construía el Tabernáculo, Pocock concluyó la erección de la Capilla Wesleyana en los terrenos de Richmond College. Esa capilla resultó ser un fracaso en términos acústicos. Pocock resolvió no cometer el mismo error con el Tabernáculo de Spurgeon. Este resultó ser un éxito espléndido desde el punto de vista acústico. El arquitecto sugirió al comité de construcción que las superficies inferiores de los balcones fueran cortadas en forma de ‘trampas de sonido’, para que las ondas de sonido que entraran a esas cavidades fueran destruidas. El comité objetó la sugerencia, pero el señor Spurgeon no los apoyó en su negativa, diciendo: “ninguno de nosotros sabe nada al respecto de eso, pero si permitimos que el arquitecto lo haga a su manera, tendremos el consuelo de contar con alguien a quien culpar en caso de que falle, lo cual seguramente ocurrirá.” No falló, y así la combinación de la habilidad del arquitecto y de la “voz semejante a una campana de plata” de Spurgeon dieron por resultado que el Evangelio fuera escuchado por todo el edificio con la mayor claridad posible.

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