El señor Spurgeon predicaba tres veces a la semana en el Tabernáculo Metropolitano: jueves por la noche, domingo por la mañana y domingo por la noche. Sostenía muchos compromisos de predicación en otras iglesias, que llegaban a un promedio de siete predicaciones más. Leía seis libros semanalmente, respondía cientos de cartas y tenía que supervisar 66 proyectos en total. Sin televisión ni estaciones de radio a la vista en aquella época, se calcula que predicó a más de diez millones de personas durante su vida. Parecía estar en todas partes. Hemos de agregar que escribía y publicaba un promedio de cuatro libros cada año.
¿Qué estamos haciendo nosotros por el Señor?
lunes, 21 de abril de 2008
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