2. El verdadero cristianismo es la lucha de la
fe
En este sentido la guerra cristiana es completamente
diferente a los conflictos de este mundo. No depende de la fuerza física y no
usa armas militares. El éxito en esta guerra espiritual depende de la fe
espiritual.
a) El éxito depende enteramente de la fe en la Palabra de Dios: la Biblia. Los soldados cristianos
hacen lo que hacen, piensan como piensan, esperan lo que esperan, por una
sencilla razón: creen lo que la
Biblia enseña. La fe es la propia espina dorsal de su
existencia. No hay tal cosa como vivir rectamente sin creer rectamente.
b) Tiene que haber una fe especial en el Señor Jesucristo
y en lo que Él ha hecho. Si los creyentes sólo miran a sus propias debilidades
y a la fuerza del mundo contra ellos, podrían desesperar. Pero a cambio tienen
un poderoso Salvador por cuya muerte sacrificial son redimidos, y por cuya
continua intercesión son preservados, de quien obtienen su fortaleza.
De acuerdo al grado de esta fe, un cristiano lucha bien o
pobremente. El que tenga más fe será el soldado cristiano más feliz. ¡Entre más
fe, más victorias! Creo que es imposible sobrestimar el valor y la importancia
de esta fe. Lean todo el capítulo once de la Carta a los Hebreos, en la Biblia, y vean cuán pronto
los cristianos se asieron firmemente a su fe en cada situación. Creer en un
Jesús invisible fue su fortaleza. “Señor,
auméntanos la fe” (Lucas 17: 5).
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad
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