5. Lo relativo a la falacia del pecado
La falacia del pecado puede ser demostrada por nuestra disposición a ofrecer excusas por él y a minimizar su culpa. Decimos: ‘Es sólo un pecadito… Dios es misericordioso… teníamos una buena intención… no podemos ser tan detallistas… ¿dónde está el daño?’ ¿Qué es lo queremos decir? Queremos decir que estamos tratando de engañarnos a nosotros mismos para creer que el pecado no es realmente tan pecaminoso. Me temo que no nos damos cuenta de la sutileza extrema del pecado. Raramente se presenta como pecado, al principio.
Qué razones reales tenemos para la humillación y el abatimiento del ego; razones para considerar la necesidad de un cambio de corazón, el cambio que la Biblia llama regeneración, nuevo nacimiento y conversión. Por otro lado, cuán agradecidos debemos estar por el mensaje evangélico que nos habla del remedio para nuestra enfermedad. No tenemos que tener miedo de estudiar la naturaleza, el origen, el poder, el alcance y la vileza del pecado si, al mismo tiempo, miramos a la salvación provista para nosotros en Jesucristo. “Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Romanos 5: 20).
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad
martes, 16 de agosto de 2011
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