20 de Mayo – 1850
Asistí a la reunión de oración y participé en la oración. ¡Cuán inextinguible es la fuente de la que proviene mi vida! ¡Cuán ilimitada la reserva de donde viene mi provisión! He de ser salvo, pues la Omnipotencia ha asumido mi salvación. ¡Otro día glorioso, otra visita de Su gracia vivificadora; bendito sea el nombre del Señor! El servicio del Señor sería un servicio dichoso, aun si un disfrute como éste fuera su única recompensa. ¡Cuán dulce son las visitas de Su gracia, dulces más que miel, y que la que destila del panal!
lunes, 11 de julio de 2011
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