Spurgeon escribió estas palabras acerca de su carruaje como una metáfora de su inesperada enfermedad, pero fueron ampliamente difundidas como un hecho literal. Charles escribió: ‘Nunca pasó por mi mente que pudiera ser tomado literalmente. La estación del año no era apropiada para pasear en coche, y desdichadamente, es un pasatiempo del que un ministro que vive en Londres, escasamente tiene el privilegio de disfrutar… al mundo le gusta tanto la ficción que cualquier cosa basta como material que puede ser incorporado en una historia… Moraleja: no crean ni la mitad de lo que oyen’. Spurgeon emprendió pronto su viaje a Menton después de meses de fructífera labor.
En el viernes mencionado en la carta, amigos del Tabernáculo habían invitado al pastor Spurgeon para que hiciera acto de presencia para despedirse de él y para hacer una colecta para completar las mil libras esterlinas necesarias para la limpieza y reparación del edificio. Spurgeon no pudo estar presente debido a su enfermedad, pero una constante corriente de miembros hizo acto de presencia a pesar de ello, y se le envió a Spurgeon un telegrama por la noche informándole que la cantidad necesaria había sido alcanzada y superada.
viernes, 21 de agosto de 2009
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