La razón por la que Spurgeon creía que el Evangelio es algo muy sencillo es porque creía que la Palabra de Dios es poderosa, y el Espíritu Santo acompaña la Palabra, y eso es lo que vence la resistencia de la naturaleza humana, y hace que creer sea fácil.
“Este es un asunto muy sencillo”, -decía- “un grano de fe vale más que un diamante del tamaño del mundo… La salvación es un asunto muy sencillo. ¡Que Dios nos ayude a mirarla sencillamente y prácticamente, y a recibir a Cristo y creer en Su nombre!... Yo repito esto una y otra vez, y nunca me salgo del tema, porque encuentro que esta medicina cura todas las enfermedades del alma, mientras que la charlatanería humana no cura ninguna enfermedad. Solamente Cristo es el único remedio para las almas enfermas por el pecado. Estoy de acuerdo con Lutero cuando dijo: ‘He predicado la justificación por fe tan a menudo, y a veces siento que ustedes son tan lentos en recibirla, que casi podría tomar la Biblia y darles con ella en la cabeza.”
C. H. Spurgeon, El Púlpito del Tabernáculo Metropolitano, Vol.38
viernes, 7 de agosto de 2009
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