3. Una cierta esperanza es algo muy deseable
Yo desearía que buscaran más la seguridad de lo que la
buscan. Demasiados creyentes viven dudando y mueren dudando, y van al cielo en
una especie de niebla.
a) La certeza es deseable porque le da a nuestras almas
una paz y un consuelo inmediatos. La incertidumbre en los asuntos de esta vida,
tales como las relaciones familiares, el dinero o el trabajo, pueden arruinar
nuestra salud mental y corporal. La incertidumbre en los asuntos espirituales
puede arruinar la salud de nuestra alma.
La seguridad sustentará a un creyente cuando mueren seres queridos;
hará posible alabar a Dios aun en medio de la dificultad, y regocijarse cuando
se sufre por la causa de Cristo. La seguridad hizo posible que Pedro durmiera
profundamente la noche antes de que le dieran muerte según estaba programado
(Hechos 12). La seguridad suprime el último miedo; permite que el creyente en
el trance de la muerte diga: “Si nuestra
morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio,
una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos” (2 Corintios 5: 1).
b) La posesión de una cierta esperanza libera la energía
de un creyente para la obra cristiana. Hablando en general, nadie hace tanta
obra por Cristo como aquellos que gozan de la plena confianza de entrar en el
cielo. Un creyente carente de seguridad pasará mucho tiempo escudriñando su
corazón con respecto a su condición espiritual. Pero el creyente que, como
Pablo, tiene una fe firme y una esperanza segura, está libre de tales
distracciones. La atención indivisa a la obra traerá siempre el mayor éxito.
c) La seguridad elimina la indecisión en los asuntos
espirituales. Muchos de aquellos que solo pueden esperar que son hijos de Dios,
tienen continuas dudas acerca de cómo comportarse. ¿Deben hacer esto, o
aquello? ¿Deben ir allí? ¿No han de hacer nunca esto o eso? ¡Y esto se debe a
que no están completamente seguros de ser hijos de Dios o no! Si ellos supieran
que la obra salvadora de Jesús fue ciertamente para ellos, entonces sabrían que
son hijos de Dios y eso decidiría sus acciones.
d) La seguridad es deseable porque produce los más santos
cristianos. “Todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro” (1 Juan 3:
3). Una esperanza que no purifica es una burla y un engaño.
De lo que he dicho hasta aquí debería quedar claro que el
descuido de la seguridad pudiera ser la principal razón de todas nuestras
fallas en la vida cristiana. Si así sucede con ustedes, entonces acepten mi
consejo ahora. Hagan a un lado sus dudas, y apóyense más fuertemente en el
Señor Jesucristo. Comiencen simplemente por creer en Él y la seguridad será
añadida.
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad
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