Algunas
veces, queridos amigos, pudieran desear en sus corazones que el Señor los usara
grandemente, y, sin embargo, Él tal vez no lo haga. Bien, un hombre que se
calla cuando Cristo le dice que lo haga, está glorificando a Cristo más que si
abriera su boca y quebrantara el mandamiento del Maestro. Hay algunos miembros
del pueblo de Dios que gracias a una manifestación tranquila, santa y
consistente de lo que el Señor ha hecho por ellos, le glorifican más de lo que
lo harían si fueran de lugar en lugar declarando Su Evangelio de una manera que
haría que el Evangelio mismo fuera desagradable para quienes lo oyeran. Eso es
muy posible, pues algunas personas lo hacen. Si el Señor me pone en primera
fila, bendito sea Su nombre por ello, y yo tengo que pelear por Él allí como
mejor pueda. Pero si Él me dice: “¡Quédate acostado en tu lecho! ¡Quédate allí
durante siete años, y no te levantes del todo!”, no tengo nada más que hacer
que glorificarle de esa manera. El mejor soldado es el que hace exactamente lo
que su capitán le dice.
C. H. Spurgeon . Jesús en Getsemaní
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