Algunos están intentando la igualmente imposible tarea de ser salvados por Jesucristo cuando se
hubieren preparado para Él. En otras palabras, hablan acerca de ser
salvados por Cristo; pero, en lo íntimo de su corazón, no creen que Cristo
pueda salvarlos antes de que hubieren alcanzado un estándar de excelencia.
Ahora, nosotros sabemos por las Escrituras que Jesucristo vino al mundo para
salvar a Su pueblo de sus pecados, y lo hará de principio a fin o no lo hará en
absoluto. Él será el Alfa y la Omega, la A y la Z del alfabeto de la salvación,
o de lo contrario no tendrá nada que ver con ello; sin embargo, miles de
oyentes del Evangelio están diciendo constantemente: “nosotros creeremos en
Jesús cuando sintamos más nuestros pecados, cuando sintamos más arrepentimiento;
cuando hayamos hecho esto y sentido aquello y experimentado lo otro”.
Ah, señores, este plan de introducir a Cristo al final de
la obra, después de que hubieren completado su primera parte por cuenta propia,
es un error sumamente necio, y es también un error fatal. Es como poner a los
bueyes a que aren una peña. Permítanme preguntarles: ¿Son ustedes algo mejores
de lo que solían ser? Ustedes han estado intentando prepararse para Cristo,
durante un largo tiempo. ¿Están de alguna manera más preparados de lo que estaban
al principio? ¿Acaso nunca les ha parecido que las líneas de Hart son
verdaderas?
“Si te esperas hasta
que seas mejor,
Nunca vendrás en
absoluto.”
De esta manera les he mostrado cómo puede ser aplicado el
texto en relación a los hombres.
C. H. Spurgeon - Arar en una Peña
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