jueves, 7 de junio de 2012

I. Entonces, en primer lugar, tenemos aquí EL LETARGO DE LA MUERTE, en el que todos nosotros nos encontramos sumidos por naturaleza. Ven conmigo ahora, cristiano, a "la piedra de donde fuiste cortado," al "hueco de la cantera;" a la arcilla fangosa "de donde fuiste arrancado." Ven conmigo a las cámaras de la muerte; pues allí estuvo una vez tu alma, "muerta en tus delitos y pecados." Hay algunas personas en este mundo, lo sabemos, que niegan rotundamente que el pecador esté realmente muerto en pecados. Yo recuerdo que, hace algún tiempo, escuché a un predicador que aseveraba que, aunque las Escrituras decían que los hombres estaban muertos, se referían a una muerte metafórica: que no estaban real ni verdaderamente muertos, sino sólo metafóricamente. Ahora bien, cuando hay una metáfora, a mí me gusta siempre apegarme a esa metáfora hasta el final.

Algunos de los eminentes doctores de la época de Rowland Hill, afirmaban que no existían los ángeles, que únicamente se trataba de metáforas orientales. "Muy bien," comentó Rowland Hill, "entonces fue un grupo de metáforas orientales el que cantó al nacimiento de Cristo: "¡Gloria a Dios en las alturas!" Los ángeles son metáforas orientales: entonces fue una metáfora oriental la que hirió a 185,000 combatientes del ejército de Senaquerib en una sola noche. Los ángeles son metáforas orientales: entonces fue una metáfora oriental la que se presentó a Pedro en prisión, y rompió sus cadenas, y lo condujo por las diferentes calles. "Verdaderamente," dijo, "¡estas metáforas orientales son unas cosas maravillosas!"

Intentaremos aplicar la misma regla aquí. "¡Y él, metafóricamente, os dio vida a vosotros, cuando estabais metafóricamente muertos en vuestros delitos y pecados!" ¡Ese es un admirable evangelio metafórico! Además: "tener una mente carnal, es la muerte metafórica; tener una mente espiritual, es vida metafórica y es paz metafórica." Un lenguaje así no tiene ningún significado. Amigos míos, este asunto acerca de la muerte metafórica es una insensatez; los hombres están realmente muertos en un sentido espiritual.

Pero debo decirles en qué consiste esta muerte. Para comenzar, entendamos que hay diferentes grados de vida. Está la vida de una planta, que la piedra no posee; por lo tanto, la piedra está muerta. Está la vida de un animal, que la planta no posee; y si se hablara de vida animal, podría describirse a la planta como muerta en ese sentido. Además, hay una vida mental; y puesto que el animal no tiene mente, podría decirse que el animal está muerto mentalmente. Luego hay un grado más allá de la vida del alma de un hombre: la vida espiritual.

El hombre impío tiene únicamente dos partes: alma y cuerpo; el cristiano tiene tres: cuerpo, alma y espíritu; y como un cuerpo sin un alma estaría naturalmente muerto, así, un hombre sin espíritu, un hombre que no haya tenido una chispa provocada por el grandioso ser de luz llamado Dios, está muerto espiritualmente. Sin embargo, hay algunas personas que aseveran que los hombres que son impíos están espiritualmente vivos. Vamos, pecador, si tú piensas así, debo debatir contigo por unos momentos.
C. H. Spurgeon - La Resurrección Espiritual

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