17 de Mayo – 1850
Han pasado ahora quince días desde mi bautismo. ¡Cuán solemnemente me he consagrado a Ti! Quisiera repetir mis votos ahora, y consagrarme solemnemente a Ti de nuevo.
En Su fuerza puedo hacerlo todo. Tú has jurado salvar, y ni la muerte ni el infierno podrían impedir Tu propósito eterno. ¡Sostenme! Tú me has bendecido. Sólo Tú puedes hacerlo. Si Tú no salvas, he de perecer. Tú no me dejarás; Tú me has mostrado una porción de la gloria de Tu rostro.
Han pasado ahora quince días desde mi bautismo. ¡Cuán solemnemente me he consagrado a Ti! Quisiera repetir mis votos ahora, y consagrarme solemnemente a Ti de nuevo.
“Sean testigos, ustedes, hombres y ángeles, ahora,
Si yo abandono al Señor”.
Si yo abandono al Señor”.
En Su fuerza puedo hacerlo todo. Tú has jurado salvar, y ni la muerte ni el infierno podrían impedir Tu propósito eterno. ¡Sostenme! Tú me has bendecido. Sólo Tú puedes hacerlo. Si Tú no salvas, he de perecer. Tú no me dejarás; Tú me has mostrado una porción de la gloria de Tu rostro.
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