El Evangelio entero está contenido en este resumen: Ven, tú que eres culpable, tal como estás, y confía en la obra terminada del Salvador, y tómalo a Él para que sea tuyo para siempre. Confía en Jesús ahora. Eso puede ser realizado en tu condición presente. Si el Espíritu Santo de Dios bendice tu mente, puedes decir en este instante: “Señor, creo; ayuda mi incredulidad”. Tú puedes confiar en Jesús ahora, y algunos de los que vinieron aquí sin haber sido perdonados, podrían hacer cantar a los ángeles, porque van a descender por esas escaleras como almas que han sido salvadas, cuyas transgresiones han sido perdonadas, y cuyos pecados han sido cubiertos. Dios sabe una cosa: que si yo supiera por medio de cuál estudio y de cuál arte yo pudiera aprender a predicar el Evangelio como para afectar sus corazones, no regatearía ni costo ni esfuerzos. Por el momento, me propuse advertirles sencillamente, sin adornos de palabras para que el poder no fuera el poder del hombre. Y ahora dejo mi mensaje y lo confío al cuidado de Aquel que juzgará a los vivos y a los muertos. Pero esto sé, que si ustedes no reciben al Hijo, yo seré un testigo dispuesto contra ustedes. Que Dios nos conceda que no suceda eso, por causa de Su misericordia. Amén.
C. H. Spurgeon, sermón #1012 - La infeliz condición del incrédulo
miércoles, 19 de enero de 2011
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2 comentarios:
demasiado escueto para ser un resumen del evangelio... y que hay de simplemente las bienaventuranzas? o Mt 25 ....
Querido anónimo: Más palabras que esas sin el poder del Espíritu Santo son nada, y menos que esas palabras con Su poder es suficiente para salvar un pecador, Para que la excelencia del poder sea de Dios y no de los hombres. Gracias por estos estractos hermanos.
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