miércoles, 27 de mayo de 2009

Acerca de la 'Controversia del Declive'

Durante la primavera y el verano del año 1887, Spurgeon tuvo que enfrentar una fiera oposición por reiterar sus advertencias contra la falsa enseñanza dentro de las filas de la Unión Bautista. Un número de prominentes ministros y profesores universitarios habían abrazado la ‘alta crítica’, y negaban la infalibilidad y la inerrancia de la Biblia, y los líderes de la Unión se rehusaban a responder a este ‘declive’ con alguna forma de disciplina que mantuviera los elementos esenciales de la fe. La crisis empeoró al punto de que Spurgeon resolvió renunciar a la Unión Bautista en Octubre de 1887. La batalla por la verdad era enteramente justificada, porque la Unión Bautista, habiéndose vuelto doctrinalmente tolerante y laxa, declinó a partir de entonces, consistentemente, en la fidelidad bíblica.

Spurgeon le escribió a un simpatizante:

“Era una necesidad imperiosa abandonar la Unión, ya que mis amonestaciones a los líderes, y mis repetidas reconvenciones directas al cuerpo pleno de todos los miembros habían sido en vano… Es motivo de un gran dolor para mí que hasta este momento, muchos de nuestros amigos más estimados de la Unión Bautista hayan cerrado sus ojos, con una firme resolución, a serias divergencias de la verdad. No dudo de que su motivación haya sido laudable, en cierta medida, pues deseaban preservar la paz, y esperaban que los errores que se vieron obligados a ver, fueran eliminados conforme sus amigos avanzaran en años y en conocimiento. Pero, al fin, incluso ellos descubrirán, así confío, que las nuevas percepciones no son la antigua verdad cubierta con un mejor vestido, sino errores mortales con lo que no podemos tener comunión alguna. Yo considero al ‘pensamiento moderno’ plenamente desarrollado, como un culto totalmente nuevo, que no tiene más relación con el cristianismo que la que tiene la neblina de la noche con las colinas eternas”.

(Carta al señor Mackey del 23 de Noviembre de 1887).

Nota:
En contraste con la baja crítica, que tiene que ver mayormente con asuntos lingüísticos y textuales, la alta crítica se dedica al estudio de problemas de composición, incluyendo el autor, el momento, el lugar y las circunstancias en que se escribió el material en cuestión. También tiene que ver con la validez histórica del escrito.
Además, estudia la forma de la composición y cómo fue transmitida. En su sentido técnico, la palabra "crítica" no se refiere a los argumentos presentados por los incrédulos o escépticos contra la autenticidad y confiabilidad en la Biblia.

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