Tengan mucho cuidado, se los suplico, de cualquier religión que brota simplemente del deseo carnal del gozo del cielo. Tanto los terrores del infierno como los goces del cielo son insuficientes para hacer que el alma busque verdaderamente al Salvador. Debe haber un sentido de pecado y un anhelo de santidad, porque, después de todo, la esencia de infierno es el pecado, y la esencia del cielo es la santidad, y no es posible ir a Dios simplemente por causa del infierno externo y del cielo. Tú serás conducido a creer en Jesucristo únicamente a través de la esencia de las dos cosas externas, es decir, el pecado que te agobia y tu alma que clama por la pureza, y la santidad, y la semejanza a Dios.
C. H. Spurgeon, Pictures From Pilgrim's Progress. Cuadros tomados del Progreso del Peregrino.
Traducción de Allan Román.
viernes, 24 de abril de 2009
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