sábado, 17 de mayo de 2008

Spurgeon: el servicio del Señor

Cómo deberíamos honrar la memoria de tales hombres como Juan Wesley, por ejemplo. Él podría haber sido, como en efecto lo fue, miembro del consejo de gobierno de la Universidad, y podría haber recibido un excelente emolumento. La así llamada "Iglesia," estaba abierta para él, y sin duda un obispado habría pronto recompensado sus esfuerzos y su elocuencia. Pero él pasó su vida puramente sirviendo a su Señor, de acuerdo a su conocimiento y convicción, y cuando se hizo un inventario de su vajilla, sólo poseía dos cucharas, una en Bristol y otra en Londres. Y cuando murió, ¿qué dejó en el mundo? Todo su tesoro ya se había ido al cielo, y murió en la pobreza, habiendo servido a su Dios con todo lo que tenía, y haciendo que el propósito de su vida fuera vivir enteramente para el servicio de su Señor.

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