lunes, 28 de octubre de 2013

Diario de Spurgeon



31 de Mayo
Yo soy débil en cada punto; yo no puedo guardarme en lo más mínimo. ¡Perdóname por haberlo intentado! Quisiera venir ahora desnudo, despojado, exhausto, muerto. Quisiera clamar: “¡Átame más estrechamente, más firmemente, a Tu balsa de vida de la gracia inmerecida!” Misericordia es todo lo que pido: misericordia continua. Aquellos a quienes Él ama una vez, los ama hasta el fin; Él me amó una vez, entonces estoy seguro. ¡Que el carbón encendido que arde en el interior sea mostrado al mundo por las llamas ardientes de amor por Ti! ¡Que ese amor queme la hojarasca y el pecado!  

1 comentario:

Anónimo dijo...

Misericordia pido como el texto! Señor mío que tu marca indeleble en el corazón de cada cristiano en el mundo sea un fuego luminoso de Paz, Amor y entrega total como sólo Tu nos has enseñado! Amén!