2. Razones por las que la santidad práctica es
importante
a) Tenemos que ser santos porque Dios lo manda en la Biblia. El Señor Jesús les dijo
a Sus discípulos: “Os digo que si vuestra
justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el
reino de los cielos” (Mateo 5: 20). Y también: “Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es
perfecto” (Mateo 5: 48). Pedro también escribió a los creyentes: “Como aquel que os llamó es santo, sed
también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está:
Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1: 15, 16).
b) Hemos de ser santos porque fue para hacernos santos que
Cristo vino al mundo. “Cristo amó a la
iglesia, escribió Pablo, y se entregó
a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado” (Efesios 5:
25, 26). Cristo murió, no meramente para salvarnos de la culpa de nuestro
pecados sino también para salvarnos de su poder. ¿Se dice que los creyentes son
‘elegidos’? Es a través de la obra santificadora del Espíritu. ¿Son ellos
‘predestinados’? Es para “que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo” (Romanos 8: 29). ¿Son escogidos?
Es para que “fuésemos santos y sin mancha
delante de él” (Efesios 1: 4). ¿Son llamados? Es “a una vida santa” (1 Timoteo 1: 9). ¿Son afligidos? Es el caso que
Dios “que Dios nos disciplina para lo que
nos es provechoso, para que participemos de su santidad” (Hebreos 12: 10).
Jesús es el completo Salvador que no simplemente quita la culpa del pecado de
un creyente, sino que también elimina su poder sobre el creyente capacitándole
para ser santo.
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad
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