martes, 2 de noviembre de 2010

Una seria advertencia

Así, también, necesitan ser advertidas ciertas personas que siempre son dadas a curiosas especulaciones. Cuando leen la Biblia no es para descubrir si son salvas o no, sino para saber si estamos bajo la tercera o la cuarta copas, cuándo ha de tener lugar el milenio, o qué cosa es la batalla de Armagedón.

Ah, amigo, escudriña todas estas cosas si tienes el tiempo y la habilidad, pero ocúpate primero de tu salvación. Bienaventurado el que entiende el libro del Apocalipsis; con todo, antes que nada, entiende ésto: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo”. El más brillante doctor en los símbolos y misterios del Apocalipsis será echado fuera tan ciertamente como el más ignorante, a menos que haya venido a Cristo y haya apoyado su alma sobre la obra expiatoria de nuestro grandioso Sustituto
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C. H. Spurgeon, "Vuestra Salvación", sermón no. 1003

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