sábado, 7 de febrero de 2009

Cartas desde el sufrimiento - No.18

Westwood, Beulah Hill, Upper Norwood
9 de Enero de 1881

Mis queridos amigos:

La semana pasada estuvo llena de desilusión y angustia. Mi dolor me sobrevino en furiosas rachas y me abatió cuando yo pensaba que estaba a la vista de la costa.

Me imagino que he soportado todo lo que un pobre cuerpo pueda soportar; pero, bendito sea Dios, la furia de la tormenta parece haber cedido esta mañana. Oren por mí, para que se me permita recuperarme rápidamente.

Nuestra reunión familiar y la visita de los diáconos en nuestras bodas de plata tuvieron que ser pospuestas debido a que mi salud empeoró. ¡Ah, Dios mío! Esta es una verdadera tribulación: este dolor y este abatimiento. Pero, gracias a sus oraciones, pasará y Aquel que es la salud de mi rostro y mi Dios, se me aparecerá.

La amabilidad de los amigos, tanto del Tabernáculo como de otros lugares ha sido sobrecogedora. Si no puedo describir mis dolores, tampoco puedo contar mis misericordias. El Señor es bueno y bendito sea Su nombre.

Reciban mi amor agradecido.

Suyo en Cristo Jesús

C. H. Spurgeon

Nota: habiendo celebrado los veinticinco años como Pastor del Tabernáculo en 1879, Charles y Susana celebraban ahora sus bodas de plata. Susana Spurgeon estuvo muy enferma desde la edad de treinta y tres años. El famosísimo cirujano Sir James Simpson la operó, pero su condición de salud permaneció siendo muy delicada, lo que la orilló a no poder asistir a los servicios del Tabernáculo durante años. Sin embargo, servía al Señor a través del Fondo de Libros que ella estableció para suministrar buena literatura a pastores de escasos recursos. Sólo pudo acompañar a Spurgeon durante su último viaje a Menton en 1891-92, y estuvo a su lado en sus últimos momentos.

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