La predicación de Spurgeon tenía un gran efecto por su constante aplicación práctica de la Biblia para la vida diaria de la gente común, sus oyentes. Su apelación a los corazones de las personas conforme los exhortaba a responder a la verdad de la Palabra de Dios, dominó siempre su predicación. En una ocasión dijo:
'No salgas de este lugar para hablar chismes ociosos camino de tu casa. No salgas para olvidar qué tipo de hombre eres tú. Más bien, apresúrate a tu casa; busca tu recámara y cierra la puerta; póstrate junto a tu cama; confiesa tu pecado; clama a Jesús; dile que eres un ser arruinado sin Su soberana gracia; dile que tú oíste esta mañana que Él vino a salvar a los pecadores, y que el pensamiento de un amor así, te ha hecho deponer las armas de tu rebelión, y que estás deseoso de ser Suyo. Así, postrado, argumenta con Él, y dile: Señor, sálvame porque perezco.'
En un mensaje predicado en 1888, hizo el siguiente llamamiento:
"Únanse conmigo en oración en este momento, les suplico. Únanse conmigo mientras pongo palabras en su boca, y las expreso a nombre de ustedes: 'Señor, soy culpable. Yo merezco Tu ira, y no puedo salvarme a mí mismo. Señor, quiero tener un nuevo corazón y un espíritu recto, pero, ¿qué puedo hacer? Señor, yo no puedo hacer nada; ven y produce en mí así el querer como el hacer, por Tu buena voluntad. . . Pero yo ahora invoco Tu nombre desde lo más profundo de mi alma. Temblando, aunque creyendo, me arrojo completamente en Ti, oh Señor. Yo confío en la sangre y en la justicia de Tu amado Hijo; confío en Tu misericordia y en Tu amor, en Tu poder, y todos Tus atributos son revelados en Él. Me atrevo a aferrarme a esta palabra Tuya, que todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo. Señor, sálvame ahora, por Jesucristo nuestro Señor, amén."
No podemos dejar de mencionar que el señor Spurgeon tenía una gran confianza en el discernimiento espiritual que poseía el oyente 'común'. "Tengo mucho más confianza en la gente humilde, que en los ricos y ociosos. . . El instinto de las masas siempre puede ser más confiable que los caprichos de los ricos y de los estudiados."
Todo esto daba a la obra de Spurgeon desde el púlpito, una autoridad real.
miércoles, 20 de febrero de 2008
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