miércoles, 18 de diciembre de 2013

Aspectos de la santidad

1.   Esta seguridad es una cosa verdadera y escrituraria

La seguridad es un don del Espíritu Santo que todo creyente en Cristo debe buscar. Me parece que la Biblia enseña que los verdaderos creyentes pueden alcanzar tal estado de fe en Cristo que llegan a tener una plena confianza con respecto a la eventual seguridad de sus almas. Sin embargo, hay algunas iglesias que insisten en que no es posible que un creyente esté tan confiado y que, si lo está, está engañado.

Es cierto que algunos podrían presumir que su salvación es segura, sin tener ninguna base real para decirlo. Sin embargo, un versículo tras otro en la Biblia insisten en que la seguridad es un don verdadero del Espíritu Santo. Así que mi respuesta para quienes niegan la existencia de la seguridad es simplemente ésta: ¿qué dice la Biblia?

“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios” (Job 19: 25-26).

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” (Salmo 23: 4).

Hay otras muchas referencias a personas que han experimentado esa esperanza cierta: vean Isaías 26: 3; 32: 17; Romanos 8: 28-39; 2 Corintios 5: 1, 6; Colosenses 2: 2; 2 Timoteo  1: 12; Hebreos 6: 11; 10: 22; 2 Pedro 1: 10; 1 Juan 3: 14; 5: 13. En todos estos pasajes encontramos a la humildad y a la seguridad, una al lado de la otra. Y la seguridad de la que hablan es siempre una confianza en Dios, nunca en ellos mismos. A quienes les desagrada la idea de la seguridad del creyente les digo: no puede ser presunción seguir las huellas de Job, del Salmista, de Isaías, de Pablo, de Pedro y de Juan. Ellos eran varones de mente humilde y no obstante hablaron de tener una certeza de esperanza. ¿Cómo puede ser indebido tener una certeza cuando Dios nos ha dado Su segura promesa?
J. C. Ryle - Aspectos de la Santidad







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