viernes, 8 de noviembre de 2013

Progaguemos la buena literatura



Al final del sermón “Dos Clases de Oidores” se encuentra la siguiente leyenda que es tan válida para hoy como lo era para los tiempos del pastor Spurgeon:

“Si quienes se benefician de estos sermones promovieran su circulación pudieran hacer tanto bien como si ellos mismos predicaran. El predicador se sentiría grandemente animado si al regresar a su púlpito encontrara que la circulación de los sermones ha aumentado sustancialmente. Una palabra juiciosa puede ganar un nuevo suscriptor para quien la lectura podría ser útil. ¿No sería para muchos de nuestros lectores un fácil y eficiente modo de servicio cristiano la distribución y la propagación de los sermones?”

Ánimo, lectores, difundan por todos los medios que puedan el sitio de los sermones de Charles Haddon Spurgeon.

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