¿Cuáles son las señales visibles de una
persona santificada?
a) La santificación es algo más que hablar sobre religión.
Algunas personas están tan familiarizadas con las palabras y las frases del
Evangelio, y hablan tan fluidamente acerca de ellas, que convencen a los demás
de que son creyentes. Dios no quiere que los miembros de Su pueblo sean meros toneles
vacíos, gongs reverberantes o címbalos que retiñen. “No amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad” (1
Juan 3: 18).
b) La santificación no consiste simplemente en
experimentar sentimientos religiosos temporales. Algunos servicios especiales y
reuniones de avivamiento pueden captar mucha atención, y hemos de dar gracias a
Dios cuando presentan el mensaje evangélico a tantas personas. Pero estas cosas
están acompañadas de peligros así como de ventajas. Doquiera que el trigo sea
sembrado, allí sembrará el diablo la cizaña. Debemos cuidarnos de la excitación
religiosa que provoca que la gente sienta una atracción temporal hacia el
Señor. Después de un breve tiempo pueden retroceder y luego son peores y más
empedernidos que antes. Exhortemos a todo aquel que muestre un nuevo interés en
el cristianismo a que no se contente con nada que no sea una profunda obra de
santificación por parte del Espíritu Santo.
c) La santificación no es simplemente la realización
ocasional de acciones rectas. Muchas personas sinceras se complacen haciendo de
tiempo en tiempo lo que consideran que son actos religiosos. Pero me temo que
en muchos casos esta religiosidad externa no es un sustituto de la santidad
interior. Me parece que hay la necesidad de hablar muy claramente sobre este
tema. Podría haber una inmensa cantidad de “servicio corporal” pero que no
hubiera la más mínima santificación real.
J. C. Ryle - Aspectos de la santidad
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