viernes, 5 de octubre de 2007

Spurgeon: La Desaparición de los Dones Milagrosos

El testimonio de tantos destacados predicadores, teólogos y comentaristas en la historia de la iglesia referente a la desaparición de los dones milagrosos de la era apostólica, es un factor de considerable importancia, especialmente en la medida que entre ellos hubo hombres que fueron usados poderosamente por el Espíritu Santo para despertar continentes enteros a la fe en Cristo, hombres que de ninguna manera podrían ser acusados de contristar al Espíritu Santo.

Charles Haddon Spurgeon testifica en multitud de sermones en favor de este punto de vista. Los apóstoles –predicaba Spurgeon- eran “hombres que fueron escogidos como testigos porque habían visto personalmente al Salvador, un oficio necesariamente destinado a la extinción, por lo demás muy razonablemente, porque el poder de hacer milagros fue también retirado”. (Púlpito del Tabernáculo Metropolitano 1871, Vol. 17, 178). Y también: “Aunque no podemos esperar y no necesitamos desear los milagros que acompañaron el don del Espíritu Santo, en tanto que físicos, sin embargo, podemos desear y esperar lo que se pretendía y era simbolizado por ellos, y podemos contar con que veremos portentos espirituales semejantes realizados entre nosotros en este día.” (Púlpito del Tabernáculo Metropolitano 1881, Vol. 27, 521). También, “aquellas obras del Espíritu Santo que son concedidas en nuestra época a la Iglesia de Dios, son en todo sentido tan valiosas como los dones milagrosos iniciales que ya no están con nosotros. La obra del Espíritu Santo, por medio de la cual los hombres son resucitados de su muerte en el pecado, no es inferior al poder que llevó a los hombres a hablar en lenguas”. (Púlpito del Tabernáculo Metropolitano 1884, Vol. 30, 386 y siguientes).

Tomado de Signs of the Apostles: Observations on Pentecostalism Old and New. Walter J. Chantry. The Banner of Truth Trust. Las Señales de los Apóstoles: Observaciones sobre el Pentecostalismo Antiguo y Moderno. Walter J. Chantry
Traducción de Allan Román.

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