Miren esa ficción del purgatorio que está regresando a la Iglesia de Inglaterra,
y que es apetecida por ciertos disidentes. Están comenzando a creer en una forma
modificada de purgatorio, y este es un signo oscuro de los tiempos. El
purgatorio ha remunerado muy bien al Papa; es la provincia más opulenta de sus
dominios, y ha provisto su despensa copiosamente. Pero ¿cómo puede el pueblo de
Dios ir al purgatorio? Pues si fueran al purgatorio, irían allí por pecados que
Dios no recuerda, y así, no podría dar una explicación para enviarlos allá. No
poseo una comunicación auténtica por medio de la cual describir el purgatorio,
pero de acuerdo al reporte de la iglesia romana, es un lugar terrible; ahora, si
los verdaderos creyentes fueran allí, entonces Dios en efecto recuerda sus
pecados, que Él mismo dice que no recordará; o, de lo contrario, los castiga por
pecados que no recuerda. ¿Acaso oyeron alguna vez de un juez que enviara a un
hombre a prisión por un crimen que el juez no recordara? ¿Acaso Dios perdona y
olvida y sin embargo castiga?
Les ruego que no crean bajo ningún concepto en un estado intermedio en el que el pecado pueda ser expiado o la condición del hombre pueda ser alterada. Cuando mueran irán ya sea al cielo o al infierno, y será de manera directa, y su estado en cualquiera de los casos será permanente, y fijado eternamente sin la posibilidad de un cambio. Esta doctrina es la piedra angular del protestantismo, y si fuera quitada, quedaría un vacío en el que todas las doctrinas erradas del papado prontamente encontrarían un nido. Permanezcan firmes en la verdad revelada en la Escritura, y únicamente en ella. Los impíos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Si eres perdonado, Dios no recordará nunca tus pecados; de tal forma que, bajo ningún concepto, tendrás que hacer una expiación por ellos alguna vez.
Les ruego que no crean bajo ningún concepto en un estado intermedio en el que el pecado pueda ser expiado o la condición del hombre pueda ser alterada. Cuando mueran irán ya sea al cielo o al infierno, y será de manera directa, y su estado en cualquiera de los casos será permanente, y fijado eternamente sin la posibilidad de un cambio. Esta doctrina es la piedra angular del protestantismo, y si fuera quitada, quedaría un vacío en el que todas las doctrinas erradas del papado prontamente encontrarían un nido. Permanezcan firmes en la verdad revelada en la Escritura, y únicamente en ella. Los impíos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna. Si eres perdonado, Dios no recordará nunca tus pecados; de tal forma que, bajo ningún concepto, tendrás que hacer una expiación por ellos alguna vez.
C. H. Spurgeon - Dios no se acordará del pecado - sermón #1685
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