miércoles, 2 de enero de 2013

No seamos como metal que resuena


Ocúpense en que su amor crezca también. Si su amor ha sido una chispa, oren pidiendo que la chispa se haga una llama consumidora. Si ustedes le han traído a Cristo muy poco, oren para que puedan traerle todo lo suyo y que puedan ofrecer ese todo de tal modo que, como el frasco de alabastro quebrado por María, el rey mismo esté satisfecho con el perfume. Pidan que su amor se extienda más, que sientan amor por todos los santos; que sea más práctico, que mueva cada uno de sus pensamientos, cada una de sus palabras y cada una de sus obras; que sea más intenso, de modo que se conviertan en luces que ardan y brillen y cuya llama sea el amor a Dios y al hombre. 
C. H. Spurgeon - Un Salmo de Año Nuevo
No seamos como címbalo que retiñe. 

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