"Hermanos y hermanas, la gracia de Dios no ha venido a nosotros simplemente para mantenernos alejados de unos cuantos vicios notables, sino para liberarnos completamente del poder de las tinieblas. Y si, ocasionalmente, yo pudiera entregarme al pecado, simplemente para darme el gusto de un placer, eso demostraría que desconozco la liberación que Jesús concede a Su pueblo llamado y regenerado”.
Charles Haddon Spurgeon, sermón no.3366, Vol.59
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